Author: | Juan Alvarez | ISBN: | 9781370204236 |
Publisher: | Juan Alvarez | Publication: | September 8, 2017 |
Imprint: | Smashwords Edition | Language: | Spanish |
Author: | Juan Alvarez |
ISBN: | 9781370204236 |
Publisher: | Juan Alvarez |
Publication: | September 8, 2017 |
Imprint: | Smashwords Edition |
Language: | Spanish |
El mundo interior del hombre actual, se asoma a una inmensa soledad; y siente un inconsciente miedo hacia ella. Pero Dios no tiene miedo a las soledades: son el terreno propicio para el encuentro real y verdadero entre las personas. La Inmaculada también es experta en soledades. Y ambos nos aman. La soledad se presenta habitualmente al corazón del hombre, como el camino más directo hacia la nada. Esto tiene una sabia y doble verdad: Es el camino que tiende a la nada de nuestro ser. De hecho, no somos nada sin Dios y sin los otros. Y, por otra parte, tiende a la nada originaria de donde Dios creó la maravilla de hacernos personas, llamadas a la comunión eterna de amor con Él y con todos.
Cada vez que Dios se acerca a la Virgen, da la impresión de que es llevada a un misterio de soledad cada vez más profundo. Lo mismo cada vez que Jesucristo se acerca a Ella manifestando o descubriendo algún aspecto de su misión Mesiánica, María es llevada a nuevos rincones de soledad que, al fin resulta ser más amor, y redentoramente fecundo.
El mundo interior del hombre actual, se asoma a una inmensa soledad; y siente un inconsciente miedo hacia ella. Pero Dios no tiene miedo a las soledades: son el terreno propicio para el encuentro real y verdadero entre las personas. La Inmaculada también es experta en soledades. Y ambos nos aman. La soledad se presenta habitualmente al corazón del hombre, como el camino más directo hacia la nada. Esto tiene una sabia y doble verdad: Es el camino que tiende a la nada de nuestro ser. De hecho, no somos nada sin Dios y sin los otros. Y, por otra parte, tiende a la nada originaria de donde Dios creó la maravilla de hacernos personas, llamadas a la comunión eterna de amor con Él y con todos.
Cada vez que Dios se acerca a la Virgen, da la impresión de que es llevada a un misterio de soledad cada vez más profundo. Lo mismo cada vez que Jesucristo se acerca a Ella manifestando o descubriendo algún aspecto de su misión Mesiánica, María es llevada a nuevos rincones de soledad que, al fin resulta ser más amor, y redentoramente fecundo.