Author: | Leopoldo Alas Clarín | ISBN: | 1230000289014 |
Publisher: | J.Borja | Publication: | January 1, 2015 |
Imprint: | Language: | Spanish |
Author: | Leopoldo Alas Clarín |
ISBN: | 1230000289014 |
Publisher: | J.Borja |
Publication: | January 1, 2015 |
Imprint: | |
Language: | Spanish |
Mi amigo Cristóbal siempre estaba triste, su mirada era humilde, jamás prolongada.
Yo quería saber porque era así, un día por casualidad lo descubrí. Cristóbal me lo contó.
Encontró un amigo en la adolescencia, el era autor dramático y su amigo no. El notó que Fernando era egoísta, pero de los inconscientes.
Un día en un estreno de un drama suyo, bramaba una tempestad crítica, y Fernando le defendía casi a puñetazos.
Después le recogió y se lo llevó a tomar un café.
Esa noche Cristóbal vio la felicidad en los ojos de su amigo.
Y entonces se dio cuenta de que lo que realmente veía era egoísmo, pero le perdonó porque Fernando no sabía lo que hacía. El pensó que Fernando no era realmente su amigo pero no le importaba porque él si lo era.
Cuando llegó a su casa nadaba en felicidad, pero cuando se miró en el espejo vio sus ojos, eran ojos con orgullo, eran cristales, eran una hoguera de vanidad, de egoísmo, y allí dentro pudo ver a Fernando y se dio cuenta de que eran iguales o incluso él peor.
Mi amigo Cristóbal siempre estaba triste, su mirada era humilde, jamás prolongada.
Yo quería saber porque era así, un día por casualidad lo descubrí. Cristóbal me lo contó.
Encontró un amigo en la adolescencia, el era autor dramático y su amigo no. El notó que Fernando era egoísta, pero de los inconscientes.
Un día en un estreno de un drama suyo, bramaba una tempestad crítica, y Fernando le defendía casi a puñetazos.
Después le recogió y se lo llevó a tomar un café.
Esa noche Cristóbal vio la felicidad en los ojos de su amigo.
Y entonces se dio cuenta de que lo que realmente veía era egoísmo, pero le perdonó porque Fernando no sabía lo que hacía. El pensó que Fernando no era realmente su amigo pero no le importaba porque él si lo era.
Cuando llegó a su casa nadaba en felicidad, pero cuando se miró en el espejo vio sus ojos, eran ojos con orgullo, eran cristales, eran una hoguera de vanidad, de egoísmo, y allí dentro pudo ver a Fernando y se dio cuenta de que eran iguales o incluso él peor.