Los esfuerzos combinados de dos grandes potencias europeas no bastaron para dar cumplimiento al tratado de 1750, que debia deslindar sus vastos dominios en América. A las representaciones respetuosas de los PP. de la Compañia de Jesus, que llevaban á mal la cesion de sus misiones orientales, sucedieron los alborotos, que pronto acabaron en una general insurreccion. Los preliminares de este tratado habian sido ajustados secretamente con el rey Juan V contra el voto de sus ministros, que tenian por mucho mas importante la conservacion de la Colonia del Sacramento, que la adquisicion proyectada en las màrgenes del Uruguay. Pero Josè I, que se adheria à las miras de su padre y predecesor, autorizó á Gomez Freyre de Andrade, Gobernador y Capitan General de Rio Janeiro, para la entrega de la Colonia; mientras que el Marques de Valdelirios llenaba los compromisos contraidos por S.M. Católica, segundado por el P. Altamirano, que venia tambien en clase de comisario
Los esfuerzos combinados de dos grandes potencias europeas no bastaron para dar cumplimiento al tratado de 1750, que debia deslindar sus vastos dominios en América. A las representaciones respetuosas de los PP. de la Compañia de Jesus, que llevaban á mal la cesion de sus misiones orientales, sucedieron los alborotos, que pronto acabaron en una general insurreccion. Los preliminares de este tratado habian sido ajustados secretamente con el rey Juan V contra el voto de sus ministros, que tenian por mucho mas importante la conservacion de la Colonia del Sacramento, que la adquisicion proyectada en las màrgenes del Uruguay. Pero Josè I, que se adheria à las miras de su padre y predecesor, autorizó á Gomez Freyre de Andrade, Gobernador y Capitan General de Rio Janeiro, para la entrega de la Colonia; mientras que el Marques de Valdelirios llenaba los compromisos contraidos por S.M. Católica, segundado por el P. Altamirano, que venia tambien en clase de comisario