Author: | Pedro Foix | ISBN: | 1230000291837 |
Publisher: | ChristieBooks | Publication: | January 17, 2015 |
Imprint: | ChristieBooks | Language: | Spanish |
Author: | Pedro Foix |
ISBN: | 1230000291837 |
Publisher: | ChristieBooks |
Publication: | January 17, 2015 |
Imprint: | ChristieBooks |
Language: | Spanish |
Mucho ante de 1909-1910 se habían sembrado, en los ambientes de las autoridades políticas y militares de Barcelona, las semillas de una acción violenta, de exterminio contra los anarquistas v sindicalistas, semillas que florecieron con todo vigor en los años de 1919 a 1923 dejando un incontable tendal de asesinatos, hechos salvajes que tampoco cedieron después.
Cuando se proclamó la segunda República en 1931, fueron descubiertos los ficheros secretos de Lasarte, y Pere Foix, antiguo militante obrero, buen conocedor de las tragedias proletarias catalanas, se dedicó a recoger algunos de los documentos de esos ficheros y reprodujo en el diario L'Opiniò de Barcelona los documentos que formaron luego el libro Los archivos del terrorismo blanco, que vio la luz en 1931, con una segunda edición en 1932. Desde entonces esas páginas habían quedado semiolvidadas hasta que vuelven a la luz en esta edición. El período trágico de 1910 a 1930 tiene en estas páginas una valiosa documentación, que resultará de alto interés para los historiadores y para los estudiosos.
El libro de Pedro Foix, “El Pistolerismo en Barcelona. Los Archivos del Terrorismo Blanco. El Fichero Lasarte. 1910-1930”, nos ilustra sobre las acciones oscuras y ocultas que desde el poder de aquellos tiempos se produjeron. Eran años duros. Donde la democracia era un sueño inalcanzable, pues todo se debatía socialmente en sobrevivir y sólo unos valientes que arriesgaron sus vidas porque aquella terrible situación cambiara. Que plantaron cara a la realidad que los estrangulaba. Según Foix, más de cuatrocientos de estos hombres y mujeres, fueron liquidados, suprimidos, borrados de este mundo por salirse del guión y por pensar que era necesario que imperase la justicia (la verdadera, no la escrita) y combatir en una lucha desigual lucha su impuesto destino, como están haciendo en estos momentos los saharauis.
Los más representativos de este ejército de desheredados fueron abatidos principalmente en Barcelona, donde se centraron estos hechos que les comento. El Fichero Lasarte, donde figuran los nombres de estos seres que menciono; por señalar alguno que les suene, a Salvador Seguí, “El noi del Sucre” al quien consideraban más peligroso por su credo, que a otros más extremos en sus acciones por empuñar las armas. Él, también fue víctima más de aquella Guerra Sucia y asesina que se originó desde el Estado porque hombres como el ex presidente socialdemócrata (como optó por cambiar de chaqueta de socialista a su llegada a la Moncloa, señor González) deciden quien es un peligro y quien no lo es para ordenar su exterminio (o su salvación) a sus sicarios legales.
No es una casualidad, ni que esto haya sido una coincidencia con las memorias del ex presidente norteamericano Busch en el capítulo que le dedica con fingida aflicción que no se cree ni su madre, a su ocupación militar en Irak con las de nuestro ex presidente González. Todo este traje parece cortado por el mismo sastre. Las justificaciones del ex presidente inglés Blair sobre el conflicto y el silencio cobarde del ex presidente “Ansar”. Si reflexionamos un poco (no se trata de auto producirse un derrame cerebral) el lector observará, si es también un poco sagaz, que se sigue actuando de la misma manera. Y lo más grave es tener que presenciar los aplausos de algunos de sus cómplices que ya pasaron por cárceles y encubrieron con lealtad sombría al Señor X (Felipe González) en su implicación, ahora manifiesta en el GAL, y que, asesorado seguramente por duchos en leyes, ahora, se ha atrevido a revelar. Ahora que nadie le tose para encerrarle ya que el Pueblo está anestesiado por el miedo. ¿Cómo van a imputarle, si han rechazado la diligencia abierta y cerrada inmediatamente al juez Garzón cuando se ha atrevido a sugerir abrir causas por los crímenes del franquismo siete décadas después? Es posible que ese poder que no figura en las listas de los partidos, pero que los financia y absuelve cuando es preciso, sea quien haya maquinado este alarde de valentía del señor González…
Lo peor es saber, que, quien sea el rostro que nos muestran como líderes gobernantes cada cuatro años los carteles electorales, no son más que los dibujos publicitarios de unos privilegiados que desde la sombra de esta colmena, son los que realmente tienen el timón de nuestras vidas y de nuestras muertes.
Benjamín Lajo Cosido
Mucho ante de 1909-1910 se habían sembrado, en los ambientes de las autoridades políticas y militares de Barcelona, las semillas de una acción violenta, de exterminio contra los anarquistas v sindicalistas, semillas que florecieron con todo vigor en los años de 1919 a 1923 dejando un incontable tendal de asesinatos, hechos salvajes que tampoco cedieron después.
Cuando se proclamó la segunda República en 1931, fueron descubiertos los ficheros secretos de Lasarte, y Pere Foix, antiguo militante obrero, buen conocedor de las tragedias proletarias catalanas, se dedicó a recoger algunos de los documentos de esos ficheros y reprodujo en el diario L'Opiniò de Barcelona los documentos que formaron luego el libro Los archivos del terrorismo blanco, que vio la luz en 1931, con una segunda edición en 1932. Desde entonces esas páginas habían quedado semiolvidadas hasta que vuelven a la luz en esta edición. El período trágico de 1910 a 1930 tiene en estas páginas una valiosa documentación, que resultará de alto interés para los historiadores y para los estudiosos.
El libro de Pedro Foix, “El Pistolerismo en Barcelona. Los Archivos del Terrorismo Blanco. El Fichero Lasarte. 1910-1930”, nos ilustra sobre las acciones oscuras y ocultas que desde el poder de aquellos tiempos se produjeron. Eran años duros. Donde la democracia era un sueño inalcanzable, pues todo se debatía socialmente en sobrevivir y sólo unos valientes que arriesgaron sus vidas porque aquella terrible situación cambiara. Que plantaron cara a la realidad que los estrangulaba. Según Foix, más de cuatrocientos de estos hombres y mujeres, fueron liquidados, suprimidos, borrados de este mundo por salirse del guión y por pensar que era necesario que imperase la justicia (la verdadera, no la escrita) y combatir en una lucha desigual lucha su impuesto destino, como están haciendo en estos momentos los saharauis.
Los más representativos de este ejército de desheredados fueron abatidos principalmente en Barcelona, donde se centraron estos hechos que les comento. El Fichero Lasarte, donde figuran los nombres de estos seres que menciono; por señalar alguno que les suene, a Salvador Seguí, “El noi del Sucre” al quien consideraban más peligroso por su credo, que a otros más extremos en sus acciones por empuñar las armas. Él, también fue víctima más de aquella Guerra Sucia y asesina que se originó desde el Estado porque hombres como el ex presidente socialdemócrata (como optó por cambiar de chaqueta de socialista a su llegada a la Moncloa, señor González) deciden quien es un peligro y quien no lo es para ordenar su exterminio (o su salvación) a sus sicarios legales.
No es una casualidad, ni que esto haya sido una coincidencia con las memorias del ex presidente norteamericano Busch en el capítulo que le dedica con fingida aflicción que no se cree ni su madre, a su ocupación militar en Irak con las de nuestro ex presidente González. Todo este traje parece cortado por el mismo sastre. Las justificaciones del ex presidente inglés Blair sobre el conflicto y el silencio cobarde del ex presidente “Ansar”. Si reflexionamos un poco (no se trata de auto producirse un derrame cerebral) el lector observará, si es también un poco sagaz, que se sigue actuando de la misma manera. Y lo más grave es tener que presenciar los aplausos de algunos de sus cómplices que ya pasaron por cárceles y encubrieron con lealtad sombría al Señor X (Felipe González) en su implicación, ahora manifiesta en el GAL, y que, asesorado seguramente por duchos en leyes, ahora, se ha atrevido a revelar. Ahora que nadie le tose para encerrarle ya que el Pueblo está anestesiado por el miedo. ¿Cómo van a imputarle, si han rechazado la diligencia abierta y cerrada inmediatamente al juez Garzón cuando se ha atrevido a sugerir abrir causas por los crímenes del franquismo siete décadas después? Es posible que ese poder que no figura en las listas de los partidos, pero que los financia y absuelve cuando es preciso, sea quien haya maquinado este alarde de valentía del señor González…
Lo peor es saber, que, quien sea el rostro que nos muestran como líderes gobernantes cada cuatro años los carteles electorales, no son más que los dibujos publicitarios de unos privilegiados que desde la sombra de esta colmena, son los que realmente tienen el timón de nuestras vidas y de nuestras muertes.
Benjamín Lajo Cosido