Publicado en 1823, en este monólogo de 503 versos endecasílabos Lizardi imaginó cuáles pudieron ser las reflexiones de Agustín I entre el momento de su abdicación, el 19 de marzo de 1823, y el de su salida de la capital para emprender el camino del exilio, apenas dos días después.
Publicado en 1823, en este monólogo de 503 versos endecasílabos Lizardi imaginó cuáles pudieron ser las reflexiones de Agustín I entre el momento de su abdicación, el 19 de marzo de 1823, y el de su salida de la capital para emprender el camino del exilio, apenas dos días después.