Author: | Kathleen Hope | ISBN: | 9781547526529 |
Publisher: | Kathleen Hope | Publication: | April 22, 2018 |
Imprint: | Language: | Spanish |
Author: | Kathleen Hope |
ISBN: | 9781547526529 |
Publisher: | Kathleen Hope |
Publication: | April 22, 2018 |
Imprint: | |
Language: | Spanish |
─Don, tengo boletos para el concierto en el parque para el mes próximo. Espero que el clima esté agradable para entonces ─Le dije a mi esposo mientras él revolvía papeles dentro de su portafolios─. Me encantan los conciertos en el parque, ¿y a ti?
─Hmm ─fue todo lo que dijo─ ¿En dónde está mi agenda?
Traté de no sentirme herida por su forma de ignorarme. No era nada nuevo en esa época. Había estado tan ocupado en el trabajo últimamente que parecía no tener tiempo para mí ni para nada más. Suspiré y le entregué su cuaderno de notas con funda de piel. Lo tomó sin decir una sola palabra y cerró su bolso colgándolo sobre su hombro mientras recogía su maleta. Estaba listo para otro viaje de negocios.
─Tengo que irme, te llamaré del aeropuerto ─dijo mientras bajaba la escalera. Yo fui tras de él.
─¿A dónde irás esta vez? ─le pregunté.
─Denver.
─¿Por cuánto tiempo estarás fuera?
Don dudó ─No estoy seguro. ¿Por qué tantas preguntas, eh? Regresaré cuando termine.
Lo miré ─Lo siento querido. Tan solo quería saber porque te extraño mucho cuando no estás, eso es todo. No es que quiera entrometerme en tus asuntos.
Él me miró por encima de su hombro por un momento antes de checar su teléfono. ─Probablemente eso es algo bueno ─dijo secamente. Terminó de escribir un mensaje de texto y guardó el teléfono en su bolsillo─. Escucha Katerina, a mí tampoco me gusta estar fuera, pero tú no tienes mucho trabajo últimamente. Sólo de vez en cuando consigues algo y…
─Mi agente es quien me consigue trabajo, Don ─protesté suavemente─. No puedo hacer nada si las agencias desean modelos más jóvenes.
Don resopló. ─Como sea. No sé por qué sigues intentándolo. Acéptalo querida, tus días como modelo han terminado.
Su comentario me lastimó pero no dejé que lo notara. Últimamente decía eso con mucha frecuencia y yo no necesitaba que alguien me lo recordara. Cada llamada de mi agente con una negativa y cada vez que me miraba al espejo eran recordatorios suficientes para saber que mi carrera había terminado.
─Creo que lo que sucede es que no he dado con el trabajo indicado aún.
─Don, tengo boletos para el concierto en el parque para el mes próximo. Espero que el clima esté agradable para entonces ─Le dije a mi esposo mientras él revolvía papeles dentro de su portafolios─. Me encantan los conciertos en el parque, ¿y a ti?
─Hmm ─fue todo lo que dijo─ ¿En dónde está mi agenda?
Traté de no sentirme herida por su forma de ignorarme. No era nada nuevo en esa época. Había estado tan ocupado en el trabajo últimamente que parecía no tener tiempo para mí ni para nada más. Suspiré y le entregué su cuaderno de notas con funda de piel. Lo tomó sin decir una sola palabra y cerró su bolso colgándolo sobre su hombro mientras recogía su maleta. Estaba listo para otro viaje de negocios.
─Tengo que irme, te llamaré del aeropuerto ─dijo mientras bajaba la escalera. Yo fui tras de él.
─¿A dónde irás esta vez? ─le pregunté.
─Denver.
─¿Por cuánto tiempo estarás fuera?
Don dudó ─No estoy seguro. ¿Por qué tantas preguntas, eh? Regresaré cuando termine.
Lo miré ─Lo siento querido. Tan solo quería saber porque te extraño mucho cuando no estás, eso es todo. No es que quiera entrometerme en tus asuntos.
Él me miró por encima de su hombro por un momento antes de checar su teléfono. ─Probablemente eso es algo bueno ─dijo secamente. Terminó de escribir un mensaje de texto y guardó el teléfono en su bolsillo─. Escucha Katerina, a mí tampoco me gusta estar fuera, pero tú no tienes mucho trabajo últimamente. Sólo de vez en cuando consigues algo y…
─Mi agente es quien me consigue trabajo, Don ─protesté suavemente─. No puedo hacer nada si las agencias desean modelos más jóvenes.
Don resopló. ─Como sea. No sé por qué sigues intentándolo. Acéptalo querida, tus días como modelo han terminado.
Su comentario me lastimó pero no dejé que lo notara. Últimamente decía eso con mucha frecuencia y yo no necesitaba que alguien me lo recordara. Cada llamada de mi agente con una negativa y cada vez que me miraba al espejo eran recordatorios suficientes para saber que mi carrera había terminado.
─Creo que lo que sucede es que no he dado con el trabajo indicado aún.