Stevenson, a diferencia de muchos otros escritores, creó moralidades y tramas en sus fábulas. El no fue un hombre religioso. Fue algo más, un hombre ético. Cada fábula de este libro tiene su propio estilo y vocabulario: algunas son coloquiales, otras son intemporales y podrían ser muy antiguas. En todas ellas se combinan cosas heterogeneas, casi en cada renglón hay una sorpresa. Esta es una breve y secreta obra maestra.
Stevenson, a diferencia de muchos otros escritores, creó moralidades y tramas en sus fábulas. El no fue un hombre religioso. Fue algo más, un hombre ético. Cada fábula de este libro tiene su propio estilo y vocabulario: algunas son coloquiales, otras son intemporales y podrían ser muy antiguas. En todas ellas se combinan cosas heterogeneas, casi en cada renglón hay una sorpresa. Esta es una breve y secreta obra maestra.