Author: | María del Pilar Montes de Oca | ISBN: | 9786073146593 |
Publisher: | Penguin Random House Grupo Editorial México | Publication: | October 14, 2016 |
Imprint: | Grijalbo | Language: | Spanish |
Author: | María del Pilar Montes de Oca |
ISBN: | 9786073146593 |
Publisher: | Penguin Random House Grupo Editorial México |
Publication: | October 14, 2016 |
Imprint: | Grijalbo |
Language: | Spanish |
Una divertida guía que pone al alcance del lector más de 2 000 formas para ofender a quien más desee.
Más de 2 000 insultos tomados de diccionarios, legajos, textos literarios, pasquines y del uso coloquial del habla para formar un diccionario que le haga honor al Arte de Insultar y nos ayude a hacerlo "con propiedad".
Un libro escrito por los mismos autores del popular Chingonario.
Aprender a insultar es todo un arte, ya lo decía el gran Schopenhauer. Se trata del último recurso cuando todas las demás artes de la argumentación han fracasado, cuando no nos queda nada más que hacer o decir, ya sea porque reprobamos tajantemente una conducta, porque nos hemos visto perjudicados por una estupidez o porque -justo y de ninguna manera- no se entienden razones.
Creemos que no es necesario recurrir siempre a las "palabrotas" altisonantes, a expresiones zafias o al tan manoseado "¡chinga tu madre!" en cada ocasión que se nos presenta, para poder resarcirnos o vengar una afrenta -aunque hay algunas que bien lo ameritan-, sino que se puede recurrir al sarcasmo, a la ironía, a la elegancia y a la analogía para poder darle un giro cuántico al insulto.
Una divertida guía que pone al alcance del lector más de 2 000 formas para ofender a quien más desee.
Más de 2 000 insultos tomados de diccionarios, legajos, textos literarios, pasquines y del uso coloquial del habla para formar un diccionario que le haga honor al Arte de Insultar y nos ayude a hacerlo "con propiedad".
Un libro escrito por los mismos autores del popular Chingonario.
Aprender a insultar es todo un arte, ya lo decía el gran Schopenhauer. Se trata del último recurso cuando todas las demás artes de la argumentación han fracasado, cuando no nos queda nada más que hacer o decir, ya sea porque reprobamos tajantemente una conducta, porque nos hemos visto perjudicados por una estupidez o porque -justo y de ninguna manera- no se entienden razones.
Creemos que no es necesario recurrir siempre a las "palabrotas" altisonantes, a expresiones zafias o al tan manoseado "¡chinga tu madre!" en cada ocasión que se nos presenta, para poder resarcirnos o vengar una afrenta -aunque hay algunas que bien lo ameritan-, sino que se puede recurrir al sarcasmo, a la ironía, a la elegancia y a la analogía para poder darle un giro cuántico al insulto.