Brillante relato en donde el bien y el mal conviven en situaciones jocosas e inesperadas. Cada día iba siendo mayor la necesidad de calor y luz por parte de Lucifer y sus huestes. De sus demonios, el que ocupaba el escalafón más bajo era el Chamuco, quien tenía que permanecer muy cerca del fuego y en un descuido su hermoso cuerpo terminó calcinado. Por lo que a partir de ese día, hacía uso de cuerpos ajenos que tomaba prestados por momentos. Lo mismo era un cerdo, que un león o un ser humano, pero lo único que era en realidad, era un pobre diablo. Con el fin de ganar almas para su causa y llevar al Infierno la mayor cantidad de seres humanos, todos los demonios tuvieron la oportunidad de escoger una zona geográfica y población a conquistar. Es por eso que el Chamuco escogió a San Cirilo, pueblo alejado de la mano de Dios, como decían sus habitantes. La tradición del pueblo se integró con diversos personajes. Con la melodía de la flauta del Chamuco los habitantes se ven tentados a caer en el pecado y a pasar por encima de las leyes y la moral. Lo que el Chamuco no sabe es que su conquista no es tarea sencilla y tiene que ser muy astuto para manipular a los habitantes que algunas veces son más maliciosos que él.
Brillante relato en donde el bien y el mal conviven en situaciones jocosas e inesperadas. Cada día iba siendo mayor la necesidad de calor y luz por parte de Lucifer y sus huestes. De sus demonios, el que ocupaba el escalafón más bajo era el Chamuco, quien tenía que permanecer muy cerca del fuego y en un descuido su hermoso cuerpo terminó calcinado. Por lo que a partir de ese día, hacía uso de cuerpos ajenos que tomaba prestados por momentos. Lo mismo era un cerdo, que un león o un ser humano, pero lo único que era en realidad, era un pobre diablo. Con el fin de ganar almas para su causa y llevar al Infierno la mayor cantidad de seres humanos, todos los demonios tuvieron la oportunidad de escoger una zona geográfica y población a conquistar. Es por eso que el Chamuco escogió a San Cirilo, pueblo alejado de la mano de Dios, como decían sus habitantes. La tradición del pueblo se integró con diversos personajes. Con la melodía de la flauta del Chamuco los habitantes se ven tentados a caer en el pecado y a pasar por encima de las leyes y la moral. Lo que el Chamuco no sabe es que su conquista no es tarea sencilla y tiene que ser muy astuto para manipular a los habitantes que algunas veces son más maliciosos que él.