Author: | Reynaldo Pareja | ISBN: | 9781463328122 |
Publisher: | Palibrio.com | Publication: | August 21, 2018 |
Imprint: | Palibrio.com | Language: | Spanish |
Author: | Reynaldo Pareja |
ISBN: | 9781463328122 |
Publisher: | Palibrio.com |
Publication: | August 21, 2018 |
Imprint: | Palibrio.com |
Language: | Spanish |
Si no hacemos preguntas atrevidas sobre lo que creemos no crecemos interiormente, no asumimos conscientemente lo que nos dijeron de pequeños que deberíamos creer. Creer como se cree de niño o de joven no es lo mismo que como se cree de adulto puesto que se han adquirido marcos de referencia que permiten analizar críticamente lo que nos enseñaron de la religión, de Dios, de la vida después de la muerte, del sentido ético y moral de la presente vida. De adulto se tiene la capacidad desarrollada para percibir las contradicciones entre lo que se ve y se constata en el diario vivir, y lo que dicen los “profesionales” que debe ser la realidad espiritual. No escribo como teólogo, aunque estudié teología. No escribo como filósofo, aunque estudié filosofía. No escribo como sociólogo aunque estudié sociología. No quiero hacer un tratado de teología, ni de fi losofía, ni de sociología. Escribo para creyentes como yo, que están en la búsqueda de respuestas más satisfactorias a las preguntas que tienen de su fe cristiana. Escribo con el fi de compartir estas refl xiones que han zumbado por mi espíritu inquisidor y que, sólo en la soledad del encuentro personal con mi propia autenticidad en el pensar y sentir, he encontrado soluciones satisfactorias. Escribo para compartir con los que lean estas ideas duramente trabajadas, que me han servido para solucionar las contradicciones que he encontrado en la fe cristiana con la que crecí. Mi empeño al escribir estas notas es compartir con el lector aquello que me llevó a sentirme vivo en mi fe, vibrando de emoción al comprender y aceptar que hay diferentes perspectivas que pueden iluminarnos y llevarnos a entender que Dios se manifiesta de diferentes formas de acuerdo con la cultura, con los esquemas mentales, con la riqueza del tiempo, con la antigüedad y madurez de aquellos a quienes Él les habla, en cada etapa en la que Él decide que tiene que hacerlo porque ese segmento de la humanidad lo necesita. Esta es pues, una invitación de coraje. Acompáñeme, estimado lector, en la revisión audaz de muchas creencias con las cuales nos criamos y absorbimos sin ningún cuestionamiento para descubrir respuestas diferentes y valederas.
Si no hacemos preguntas atrevidas sobre lo que creemos no crecemos interiormente, no asumimos conscientemente lo que nos dijeron de pequeños que deberíamos creer. Creer como se cree de niño o de joven no es lo mismo que como se cree de adulto puesto que se han adquirido marcos de referencia que permiten analizar críticamente lo que nos enseñaron de la religión, de Dios, de la vida después de la muerte, del sentido ético y moral de la presente vida. De adulto se tiene la capacidad desarrollada para percibir las contradicciones entre lo que se ve y se constata en el diario vivir, y lo que dicen los “profesionales” que debe ser la realidad espiritual. No escribo como teólogo, aunque estudié teología. No escribo como filósofo, aunque estudié filosofía. No escribo como sociólogo aunque estudié sociología. No quiero hacer un tratado de teología, ni de fi losofía, ni de sociología. Escribo para creyentes como yo, que están en la búsqueda de respuestas más satisfactorias a las preguntas que tienen de su fe cristiana. Escribo con el fi de compartir estas refl xiones que han zumbado por mi espíritu inquisidor y que, sólo en la soledad del encuentro personal con mi propia autenticidad en el pensar y sentir, he encontrado soluciones satisfactorias. Escribo para compartir con los que lean estas ideas duramente trabajadas, que me han servido para solucionar las contradicciones que he encontrado en la fe cristiana con la que crecí. Mi empeño al escribir estas notas es compartir con el lector aquello que me llevó a sentirme vivo en mi fe, vibrando de emoción al comprender y aceptar que hay diferentes perspectivas que pueden iluminarnos y llevarnos a entender que Dios se manifiesta de diferentes formas de acuerdo con la cultura, con los esquemas mentales, con la riqueza del tiempo, con la antigüedad y madurez de aquellos a quienes Él les habla, en cada etapa en la que Él decide que tiene que hacerlo porque ese segmento de la humanidad lo necesita. Esta es pues, una invitación de coraje. Acompáñeme, estimado lector, en la revisión audaz de muchas creencias con las cuales nos criamos y absorbimos sin ningún cuestionamiento para descubrir respuestas diferentes y valederas.