Author: | Lev N. Tolstói, Marta Sánchez-Nieves | ISBN: | 9788484289241 |
Publisher: | Alba Editorial | Publication: | September 23, 2013 |
Imprint: | Alba Editorial | Language: | Spanish |
Author: | Lev N. Tolstói, Marta Sánchez-Nieves |
ISBN: | 9788484289241 |
Publisher: | Alba Editorial |
Publication: | September 23, 2013 |
Imprint: | Alba Editorial |
Language: | Spanish |
El sitio de Sevastópol, que se inició en septiembre de 1854 y se prolongaría todo un año, fue uno de los episodios decisivos de la guerra de Crimea, en la que Rusia se enfrentó a una alianza turco-anglo-francesa. Lev N. Tolstói, por entonces alférez en el Ejército ruso, llegó a Sevastópol en noviembre de 1854. Imbuido en principio por un espíritu muy patriótico, no tardó sin embargo en abandonar el romanticismo y en empezar a pensar que «las cuestiones que no resuelven los diplomáticos menos aún las resuelven la pólvora y la sangre».
Entre junio de 1855 y enero de 1856 se publicaron sus Relatos de Sevastópol, tres crónicas que entusiasmaron al zar Alejandro II pero que, aun con su protección, la censura mutiló considerablemente y no se publicarían íntegras hasta 1928. Más que los combates, a Tolstói le interesaba la psicología de los combatientes, su reacción ante la muerte y el horror, y las complejas sutilezas de la jerarquía militar, a menudo tratada con irreverencia. Junto con los de William Howard Russell, estos relatos pueden considerarse los primeros reportajes de guerra modernos.
El sitio de Sevastópol, que se inició en septiembre de 1854 y se prolongaría todo un año, fue uno de los episodios decisivos de la guerra de Crimea, en la que Rusia se enfrentó a una alianza turco-anglo-francesa. Lev N. Tolstói, por entonces alférez en el Ejército ruso, llegó a Sevastópol en noviembre de 1854. Imbuido en principio por un espíritu muy patriótico, no tardó sin embargo en abandonar el romanticismo y en empezar a pensar que «las cuestiones que no resuelven los diplomáticos menos aún las resuelven la pólvora y la sangre».
Entre junio de 1855 y enero de 1856 se publicaron sus Relatos de Sevastópol, tres crónicas que entusiasmaron al zar Alejandro II pero que, aun con su protección, la censura mutiló considerablemente y no se publicarían íntegras hasta 1928. Más que los combates, a Tolstói le interesaba la psicología de los combatientes, su reacción ante la muerte y el horror, y las complejas sutilezas de la jerarquía militar, a menudo tratada con irreverencia. Junto con los de William Howard Russell, estos relatos pueden considerarse los primeros reportajes de guerra modernos.