Isaacs como poeta tuvo dos épocas: la primera corresponde a su juventud y en ella sobresalen el culto a la naturaleza y la intensidad con que siente ese amor a la madre común; en la segunda, las muertas ilusiones y los envenenadores desengaños hicieron que su musa se reconcentrara un tanto y perdiera la frescura y espontaneidad de los años juveniles, para reemplazarlas por un subjetivismo melancólico... (R. Jiménez Triana).
Isaacs como poeta tuvo dos épocas: la primera corresponde a su juventud y en ella sobresalen el culto a la naturaleza y la intensidad con que siente ese amor a la madre común; en la segunda, las muertas ilusiones y los envenenadores desengaños hicieron que su musa se reconcentrara un tanto y perdiera la frescura y espontaneidad de los años juveniles, para reemplazarlas por un subjetivismo melancólico... (R. Jiménez Triana).