Author: | Anatxu Zabalbeascoa | ISBN: | 9788425225406 |
Publisher: | Editorial Gustavo Gili | Publication: | August 20, 2012 |
Imprint: | Editorial Gustavo Gili, S.L. | Language: | Spanish |
Author: | Anatxu Zabalbeascoa |
ISBN: | 9788425225406 |
Publisher: | Editorial Gustavo Gili |
Publication: | August 20, 2012 |
Imprint: | Editorial Gustavo Gili, S.L. |
Language: | Spanish |
Las bañeras, las cocinas y los tenedores esconden una historia. La vida privada dice tanto de una civilización como el análisis de sus batallas y contiendas. Todo sobre la casa desgrana, estancia por estancia, la evolución de la vivienda a lo largo de la historia y nos descubre el origen de nuestros arraigados hábitos domésticos. Si los romanos comían acostados y durante la Edad Media se impuso la costumbre bárbara de comer sentado alrededor de una mesa, los reyes renacentistas, en cambio, solían comer solos frente a un numeroso séquito que permanecía de pie a su alrededor. Las primeras camas construidas eran estructuras elevadas para evitar humedades, corrientes y ratas, y más que un mueble destinado al descanso, para la nobleza medieval el lecho fue uno de los epicentros de la actividad social de la corte, donde se recibían visitas o se trataban asuntos de Estado. Los baños no gozaron de un espacio propio en la vivienda hasta bien entrado el siglo xx, cuando convergió la generalización de las tuberías, el agua caliente y las doctrinas higienistas Anatxu Zabalbeascoa narra en este libro una crónica amena y apasionante de aquellos hechos que, como éstos, han configurado la evolución de la casa y de nuestros hábitos domésticos. Arquitectura, tecnología y vida privada confluyen en esta obra transdisciplinar que, partiendo de un análisis social y antropológico, nos narra la historia de seis espacios baño, cocina, dormitorio, jardín, salón, comedor para desvelarnos la evolución de nuestra propia cotidianidad. Por sus páginas no sólo desfilan Le Corbusier y Chippendale, el estilo Imperio y los jardines colgantes de Babilonia, sino también inventores y decoradores, políticos y monarcas, así como nobles, burgueses y campesinos. El estudio de la autora discurre en paralelo a las potentes ilustraciones de Riki Blanco, que han sido minuciosamente creadas para este relato, y logran captar y trasladar al lector a ambientes pretéritos con excepcional agudeza.
Las bañeras, las cocinas y los tenedores esconden una historia. La vida privada dice tanto de una civilización como el análisis de sus batallas y contiendas. Todo sobre la casa desgrana, estancia por estancia, la evolución de la vivienda a lo largo de la historia y nos descubre el origen de nuestros arraigados hábitos domésticos. Si los romanos comían acostados y durante la Edad Media se impuso la costumbre bárbara de comer sentado alrededor de una mesa, los reyes renacentistas, en cambio, solían comer solos frente a un numeroso séquito que permanecía de pie a su alrededor. Las primeras camas construidas eran estructuras elevadas para evitar humedades, corrientes y ratas, y más que un mueble destinado al descanso, para la nobleza medieval el lecho fue uno de los epicentros de la actividad social de la corte, donde se recibían visitas o se trataban asuntos de Estado. Los baños no gozaron de un espacio propio en la vivienda hasta bien entrado el siglo xx, cuando convergió la generalización de las tuberías, el agua caliente y las doctrinas higienistas Anatxu Zabalbeascoa narra en este libro una crónica amena y apasionante de aquellos hechos que, como éstos, han configurado la evolución de la casa y de nuestros hábitos domésticos. Arquitectura, tecnología y vida privada confluyen en esta obra transdisciplinar que, partiendo de un análisis social y antropológico, nos narra la historia de seis espacios baño, cocina, dormitorio, jardín, salón, comedor para desvelarnos la evolución de nuestra propia cotidianidad. Por sus páginas no sólo desfilan Le Corbusier y Chippendale, el estilo Imperio y los jardines colgantes de Babilonia, sino también inventores y decoradores, políticos y monarcas, así como nobles, burgueses y campesinos. El estudio de la autora discurre en paralelo a las potentes ilustraciones de Riki Blanco, que han sido minuciosamente creadas para este relato, y logran captar y trasladar al lector a ambientes pretéritos con excepcional agudeza.