Author: | Bruno Bettati | ISBN: | 9789568992699 |
Publisher: | ebooks Patagonia | Publication: | December 15, 2009 |
Imprint: | ebooks Patagonia | Language: | Spanish |
Author: | Bruno Bettati |
ISBN: | 9789568992699 |
Publisher: | ebooks Patagonia |
Publication: | December 15, 2009 |
Imprint: | ebooks Patagonia |
Language: | Spanish |
WHY NOT? Sinopsis de una política pública para el cine chileno propone constituirse como insumo fundamental para la elaboración de varios proyectos-ley hoy en el Congreso Nacional, así como orientación para la política pública audiovisual de gobierno.Incentivado por CORFO desde 1999, el sector cinematográfico chileno se empresarizó, incorporando objetivos tales como generar empleo y riqueza a su quéhacer. Desde entonces, cada vez se hacen más películas chilenas y éstas cada vez son más costosas, producto de una mayor ambición productiva como también de los nuevos costos laborales. El fomento a la producción de televisión desde 1993, y el fomento a la producción de cine desde el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes dinamizó el audiovisual chileno a partir de 2004, al crecer el stock de producto y la capacidad técnica de la fuerza de trabajo con la realización de numerosas películas y contenidos televisivos; desde 2009, y gracias a la gestión de Prochile junto a la agencia Cinemachile el talento artístico de Chile recibe hoy reconocimiento a nivel internacional, estimulando la exportación. En este escenario resulta urgente asegurar el flujo de capital para que el engranaje no se desmonte. La relojería de la naciente industria audiovisual chilena requiere una visión sinóptica que asegure nuevos ingresos de capital y mayor demanda del producto a nivel doméstico, a la par del incremento en las exportaciones. De otro modo, la multiplicación y la hipertrofia que presentan los contenidos audiovisuales chilenos arriesgarán el eventual cierre de PYMEs que sostienen el tejido de nuestra industria local y con ello la pérdida de la inversión hecha por el Estado en cine y televisión. Se cometerá, pues, el mismo error de 1949 y 1973, cuando los dos grandes proyectos de industria de cine nacional llegaron a su fin sin mediar, por un lado, una evaluación de lo hasta ahí invertido y, por otro, la necesidad de complementar dicha inversión con nuevas y originales políticas públicas. Por qué no hacer el esfuerzo de ponernos de acuerdo y consolidarnos esta vez?
WHY NOT? Sinopsis de una política pública para el cine chileno propone constituirse como insumo fundamental para la elaboración de varios proyectos-ley hoy en el Congreso Nacional, así como orientación para la política pública audiovisual de gobierno.Incentivado por CORFO desde 1999, el sector cinematográfico chileno se empresarizó, incorporando objetivos tales como generar empleo y riqueza a su quéhacer. Desde entonces, cada vez se hacen más películas chilenas y éstas cada vez son más costosas, producto de una mayor ambición productiva como también de los nuevos costos laborales. El fomento a la producción de televisión desde 1993, y el fomento a la producción de cine desde el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes dinamizó el audiovisual chileno a partir de 2004, al crecer el stock de producto y la capacidad técnica de la fuerza de trabajo con la realización de numerosas películas y contenidos televisivos; desde 2009, y gracias a la gestión de Prochile junto a la agencia Cinemachile el talento artístico de Chile recibe hoy reconocimiento a nivel internacional, estimulando la exportación. En este escenario resulta urgente asegurar el flujo de capital para que el engranaje no se desmonte. La relojería de la naciente industria audiovisual chilena requiere una visión sinóptica que asegure nuevos ingresos de capital y mayor demanda del producto a nivel doméstico, a la par del incremento en las exportaciones. De otro modo, la multiplicación y la hipertrofia que presentan los contenidos audiovisuales chilenos arriesgarán el eventual cierre de PYMEs que sostienen el tejido de nuestra industria local y con ello la pérdida de la inversión hecha por el Estado en cine y televisión. Se cometerá, pues, el mismo error de 1949 y 1973, cuando los dos grandes proyectos de industria de cine nacional llegaron a su fin sin mediar, por un lado, una evaluación de lo hasta ahí invertido y, por otro, la necesidad de complementar dicha inversión con nuevas y originales políticas públicas. Por qué no hacer el esfuerzo de ponernos de acuerdo y consolidarnos esta vez?